Por: Daniel Escobar
Quiero asegurarte que este texto no ha sido generado por ninguna aplicación de inteligencia artificial.
El sector audiovisual y las artes visuales en general, que incluyen a locutores, editores, diseñadores gráficos y animadores, se sienten amenazados por la aparición de numerosas aplicaciones de inteligencia artificial que sugieren que su trabajo puede volverse innecesario en las empresas.
Permíteme comenzar con mi premisa. Hasta este momento, al escribir este artículo, sostengo que la inteligencia artificial crea a partir de lo existente. Es decir, es un potente motor de búsqueda que, a velocidades asombrosas, recopila información, la interpreta y la presenta en forma de texto, gráficos, código, música o video, dependiendo de la precisión de las instrucciones proporcionadas.
Los locutores son un claro ejemplo de aquellos que sienten amenazada su profesión por la tecnología. Incluso en Colombia, la Asociación Colombiana de Locutores ha expresado su preocupación al respecto. Ya no se trata solo de poder escribir un texto y hacer que hombres, mujeres y niños lo escuchen en todos los idiomas posibles; lo más sorprendente es que puedo tomar la voz de un locutor, clonarla y hacer que lea cualquier texto, controlando pausas, entonaciones y énfasis en palabras específicas.
En términos sencillos, la inteligencia artificial podría generar una locución a partir de grabaciones previas de una voz, solo se necesita haber grabado a un locutor entre 5 y 10 veces. Esto significa que, a partir de cualquier texto y con esa voz «clonada», se pueden crear audios en cuestión de segundos con sólo unos clics. Suena maravilloso, pero carece de dos elementos fundamentales: la creatividad y la ética empresarial.
Desde EUNO, hacemos un llamado a la industria de la producción de contenidos audiovisuales, elearning y eventos para reconocer y valorar el talento creativo humano. Debemos comprender que la tecnología es un catalizador y un potenciador de lo que los seres humanos pueden lograr. Instamos a proteger el talento, cultivarlo y comprender que el verdadero poder de las herramientas y la tecnología radica en cómo las utilizamos para fomentar la creatividad. Una voz humana siempre será eso, una voz con humanidad que no puede ser reemplazada por la inteligencia artificial.
Además, está la ética empresarial, que debería exigir que las empresas que solicitan estos servicios nunca entreguen ni cobren por un arte, una locución, música o video obtenidos de forma gratuita en una plataforma, especialmente cuando se trata de una voz o un diseño clonado del talento de un profesional.
En EUNO, no solo estamos comprometidos con esto, sino que también estamos explorando nuevas modalidades que permitan el uso de plataformas de clonación de voz con la autorización y remuneración correspondiente para el talento involucrado.
Es una tarea que nos impulsa a investigar y proponer nuevas soluciones, y estamos totalmente dedicados a ello. Aceptemos con satisfacción la convivencia racional y ética del talento y la tecnología.